lunes, 24 de febrero de 2014

Sinceramente, no tengo tiempo para amargarme.

Quería dar las gracias a todas esas personas tóxicas que ya no están en mi vida. 

Gracias, a cada una de todas vosotras, por haber entrado en mi vida, por intentar hacerme creer que erais personas que no sois. 

Gracias a todas vosotras, habéis demostrado lo bien que se puede camuflar el "lobo malo" bajo la piel del "pobre corderito". Por todo ese tiempo que he desperdiciado con y en vosotras intentando ver virtudes donde no las había e intentando disminuir vuestros incontables defectos. 
Gracias por todos esos momentos en los que os he intentado animar, a pesar de todo, cuando las cosas os iban mal (que viéndolo ahora, no me extraña lo mal que os han ido teniendo en cuenta cómo sois), por haber estado ahí apoyándoos e instándoos a seguir adelante. 

Gracias por no haber estado ahí cuando yo simplemente necesitaba que alguien me hiciera olvidar. 
Gracias por vuestros reproches, vuestro orgullo, por esa bendita forma que tenéis de creeros superiores.
En serio, gracia de verdad por, poco a poco (ya podíais haberlo hecho del tirón so memas, como un tirón de cera bien dado), haberos ido mostrando cómo sois. 
De verdad, mil gracias por ya no tener que ver NADA conmigo. Por abrirme los ojos y dejarme ver que no me aportabais nada bueno en el día a día (y mirad que ha habido días y días). 
Gracias por haber salido de mi vida (¡qué narices! ¡gracias querida yo por haberlas echado!) habiendo demostrado tan poco en taaanto tiempo. 

Gracias, porque debido a vosotras, vuestras actuaciones, vuestras malas caras, vuestra poca tolerancia, vuestra envidia, etc, etc, soy capaz de valorar un poquito más a esos amigos y personas cercanas que tengo a mi lado y que realmente se preocupan por mí y yo de ellas. Que sí, que seguramente no sean tantos como vosotros tenéis (ciertamente, no me termina de convencer eso de manipular a la gente sutilmente para tenerla a mi lado). Pero, esos pocos que tengo, son una importante parte de mi, personas a las que adoro (por mucho que a veces me hagan tirarme de los pelos) y apoyo. 

Así que, a vosotras, personas tóxicas e ingratas en mi vida, os deseo lo mejor, (y que Dios se meta por medio, porque como dependa de vuestra mano vais a destrozar cualquier relación, da igual del tipo que sea). Espero que algún día (ojalá que no muy lejano) os deis cuenta de lo que sois: ese bicho malvado que poco a poco vais puliendo y terminando de definir. Y que cuando os veáis frente al espejo de la Verdad se os caiga la cara de vergüenza y podáis empezar de nuevo. 

No os imagináis lo que habéis puesto en marcha. No tengo tiempo que perder con gente tóxica, nociva, podrida... llamadlo como queráis. Estoy demasiado ocupada echándome unas cervezas con las que me interesan.

pd. Os animo a deshaceros de todas vuestras personas tóxicas ;) ¡no hay tiempo que perder!

chao, chao!


                                                                                   Besitos, Anna Walsh.

No hay comentarios:

Publicar un comentario